Tantas promesas vacías que en algún tiempo alguien juró con su ser ante nuestros ojos. Promesas que con el paso del tiempo, desgastadas y sin vida se encuentran guardadas en último cajón de la casa vieja que dejamos para mudarnos a la ciudad.´
Mundo agitado y modernizado, cegados estamos una vez más, ante el brillo de las luces de neón que en la noche tiñen el negro cielo.
Cegados e inconscientes de lo esencial que se esconde de nuestros ojos, jugando la más difícil partida de escondidas que hemos podido participar.
Punto y coma, el que no se escondió se embroma, y ahí estamos... Sin un lugar dónde ocultarnos de la vida que nos busca.
Adrenalina corre por tus venas, buscando un lugar donde asegurarte.
Todos jugamos, todos ganamos y todos perdemos.
¡Pica para todos mis compas! Promesa olvidada en cuanto la oportunidad de llegar hasta el otro lado y asegurar una partida ganada se presenta en esta ciudad con luces de neón.
martes, 20 de abril de 2010
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