domingo, 22 de marzo de 2009
miércoles, 4 de marzo de 2009
Al tocarla , aquel desesperado sentimiento de necesidad habia comenzado a remitir. Gabe se sentía mucho mejor ahora qe la tenia entre los brazos, como si aqello amortiguase la urgencia de la extraña súplica. Ella estaba a salvo; ya no se ahogaba ni se perdía. El sonrió con demasiada calidez, ella callo en esos hoyuelos una vez más, encandilada y sin remedio..
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