Su mirada se detuvo sobre su anillo. Brillaba tenuemente, captando la escasa luz de la estancia.En su mente, lo veía cubierto de sangre. Recordaba cómo se le clavaba en el dedo mientras blandía la espada en mitad de una batalla. Ese anillo lo había significado todo para él, y no le había resultado fácil conseguirlo. Se lo había ganado con el sudor de su frente y con las numerosas heridas que sufrió su cuerpo. Le había costado mucho, pero había merecido la pena.
[ N. de Macedonia ]
jueves, 7 de enero de 2010
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